Introducción

     Para muchos mosqueros la pesca de la trucha está ligada exclusivamente a los ríos de la Patagonia, si bien esto es entendible ya que estamos hablando de ambientes de renombre mundial, está demostrado que en otras provincias la pesca de la trucha es posible.

     Por ejemplo para algunos mosqueros bahienses la pesca con mosca en Sierra de la Ventana no tiene más importancia que la de ir a pasar el rato y despuntar el vicio, pero déjenme contarles mi primer contacto con el río Sauce Chico: en primer lugar soy oriundo de Neuquén y mis aguas hogareñas son el enorme Limay y el caudaloso Neuquén, yo no conocía Sierra de la Ventana y mucho menos sus ríos pero al contactarme con la A.B.P.M (Asociación Bahiense de Pesca con Mosca) una mañana de septiembre con un grupo de amigos salimos al Sauce Chico. Mi primera impresión al ver "eso que le decían río" fue: ¿dónde está el agua?, ¿están seguros que hay truchas?, para sacarme las dudas uno de mis compañeros me mostró un pozón donde nadaban tranquilas unas 5 truchas, no solamente las vi nadar sino que Daniel clavó una y le dio una gran pelea, después vino mi turno donde una trucha me cortó el tippet, quedé fascinado con la calidad de la pesca. Al finalizar el día me di cuenta que tenía que romper algunos prejuicios y aprender mucho sobre este "nuevo" ambiente.

     Creo que la pesca en Sierra de la Ventana no es un entrenamiento para otros lugares, quien pesque en este lugar con esta mentalidad saldrá seguramente defraudado.

     He visto como grandes pescadores no logran ubicarse en el lugar. Hacen las cosas como están acostumbrados y pasan por alto un montón de detalles que en otros lados serían insignificantes y al final del día no logran ni un solo pique. Estoy convencido que la clave del éxito es adaptarnos al lugar, abrir la cabeza y disfrutar de la pesca.