La salud y la pesca con mosca

Por Raúl Sommariva.

     En estos tiempos donde la vida del hombre se encuentra sometida a intensas situaciones diarias que generan un prematuro desgaste por el alto nivel de stress, es imprescindible y saludable encontrar alguna alternativa que permita recomponer o reemplazar las cotidianas presiones por algo que nos haga sentir un poco mejor y más alegres.

     La inseguridad, el miedo, la incertidumbre laboral, los accidentes de tránsito, las drogas, el alcohol, los robos, broncas, disgustos e injusticias, son todas noticias cotidianas que no solo oímos y vemos sino que a centímetro nuestro pasan o nos ocurren.

     Nadie esta bien aunque crea estar bien, hasta ricos funcionarios, artistas, deportistas, músicos, no están ajenos a las consecuencias que trae esta situación y varios se encuentran atendidos o internados en centros de rehabilitación por su salud mental y/o física.

     ¿Qué es lo que nos está pasando? Nos estamos destruyendo sin darnos cuenta, la fraternidad, el afecto, la sensibilidad, la búsqueda de las pequeñas cosas, en esta jerga moderna parece cuestión de marcianos.

     Hasta en el deporte, la competición desmedida, erróneamente conducida, separa, destruye e inmoviliza.

     Tenemos que intentar hacer algo, cambiando los arrebatos, las comparaciones y los destructivos pensamientos por algo que valga la pena en este corto paso por la vida. No importa lo que sea, su esencia tiene que contener una sabiduría sencilla y clara donde nuestro cuerpo vibre por la energía positiva que brinca desde nuestro interior a través de la soltura que da la paz.

     Muchos se preguntarán que tiene que ver esto con la pesca con mosca, en mi opinión y caso personal este nuestro deporte cambia la vida. Fuera de temporada, reemplazar los ingratos momentos armando moscas incorpora en nuestro interior innumerables esperanzas. También salir a jugar con la línea y caña sin que el fuerte invierno te inmovilice, hace que la energía de los movimientos al castear regularice las palpitaciones del corazón reemplazando las discontinuas arritmias, los músculos se tonifican el cuerpo se fortalece. El aire del campo mejora los sentidos, los ruidos de los teléfonos, fax, impresoras, etc., quedan suspendidos por el grato descanso, todo se vigoriza: la visión no choca paredes, calles transitadas ni pantallas de PC, la audición oye sonidos naturales y el oxígeno ingresa a los pulmones sin contaminación.

     Bueno, cuando llega la temporada además de estar listo y entusiasmado, el río, la meseta, el viento, los peces son el ropaje de una gran energía que deja atrás las socarronas relaciones de los que no creen y creen que la saben.

     La pesca con mosca quizás sea una de las mejores terapias en estos duros e ingratos procesos y aunque no se entienda no tan sólo estimula y mejora la salud, en mi caso también me acerca a Dios.

     Si, vamos a pescar..., esa hermosa salud que nos permite sentir "vivir feliz vale la pena".

 

     Sinceramente,

                             Raúl Sommariva (sommariva@infovia.com.ar).